BUROCRATIZACION O
EVOLUCION DE LA EXTENSION?
DE LA EXTENSION A LAS EMPRESAS DE
PROFESIONALES DE ASISTENCIA TECNICA AGROPECUARIA
En algunos sectores hay preocupación por los cambios
en la práctica de la Extensión rural: que las Universidades y las instituciones
responsables no preparan bien a los profesionales del campo, a los
extensionistas; que los demasiado “papeles” que deben llenar impiden más actividad con el agricultor; que ya no queda
tiempo para hacer ‘extension’, etc. Una rápida
mirada, apoyado en un documento del IICA, nos puede ilustrar los cambios que se han
dado:
Los programas de asistencia técnica y extensión se
iniciaron en América Latina y el Caribe a mediados del S. XX.
a) En Honduras en la década de los 50, con la creación
de los Servicios Técnicos Interamericanos de Cooperación Agrícola (STICA), En
los años sesenta se transformó en la Dirección de Desarrollo Rural (Desarrural)
que a mediados de esa misma década se convirtió en la Dirección General de
Desarrollo Agropecuario (Desagro). Con el Programa de Ajuste Estructural de la
Economía, en 1990 se realizan cambios significativos en la generación y
transferencia de tecnologías agropecuarias, contemplada en la Ley de
Modernización y Desarrollo del Sector Agrícola, creando la Dirección de Ciencia
y Tecnología Agrícola (Dicta). En 2000 se crea el Programa Nacional de
Desarrollo Rural Sostenible (Pronaders) con nuevo enfoque multisectorial del
desarrollo rural sostenible y con una visión de largo plazo. En el 2003, la
Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG), formula por medio de la Mesa
Agrícola Hondureña la Política de Estado para el Sector Agroalimentario y el
Medio Rural de Honduras 2004-2021.
b) Trinidad &
Tobago: El Ministerio de Agricultura contaba con la Dirección de Extensión, Capacitación
e Información, “ETID”, la cual fue descentralizada a las regiones administrativas
del Norte y del Sur.
c) México: El
Servicio de Extensión, dependiente del Ministerio de Agricultura fue
deshabilitado completamente en 1994, y reemplazado por las “FUNDACIONES PRODUCE”,
que operan a nivel de los Estados, y que cuentan con un financiamiento de tres
fuentes: Gobierno Central, Agricultores y Gobiernos Estaduales. Los porcentajes
de aportes de los agricultores guardan una estrecha relación con el grado de desarrollo
de la Región; así, en los estados de menor desarrollo agrícola, los mayores
aportes, por no decir todos, provienen de recursos estatales o nacionales.
d) Perú: A
comienzos de los años noventa, el gobierno peruano reestructuró las funciones
del Ministerio de Agricultura, limitando su participación directa a la investigación,
a través del INIA. La difusión de tecnología fue transferida como
responsabilidad al sector privado y a la sociedad civil en general, para lo
cual el Ministerio continuó financiando actividades específicas de transferencia
de tecnología, bajo diferentes modalidades de financiamiento, pero básicamente ejecutadas
por empresas privadas y algunas ONG.
e) Uruguay: El
Servicio Nacional de Extensión, adscrito al Ministerio de Agricultura y Ganadería
fue desmantelado por completo y reemplazado por tres programas nacionales
administrados por el Ministerio: i) El Programa de Reconversión y Desarrollo de
Granja, ii) El Programa Nacional de Desarrollo de Pequeños y Medianos Ganaderos
y iii) El Programa de Apoyo al Pequeño Productor Agropecuario, “PRONAPPA”.
f)
Nicaragua: Las funciones tanto de extensión como de
investigación desarrolladas por el Ministerio de Agricultura fueron trasladadas
al INTA en 1993, organización que diseñó y puso en ejecución tres programas de
Extensión, bajo modalidades diferentes: De medios masivos y demostración, a
cargo del INTA De Asistencia Técnica pública, a cargo del INTA.
g) Guatemala: La
Dirección General de Servicios Agrícolas del Ministerio de Agricultura fue transferida
a unidades técnicas municipales, como medida para el fortalecimiento de la
descentralización .
h) El Salvador:
La Dirección General de Desarrollo Rural del Ministerio fue desmontada, y las
funciones de Extensión fueron transferidas al Centro Nacional de Tecnología Agropecuaria
y Forestal (CENTA) en 1993, bajo la Dirección de Transferencia de Tecnología, servicio
que opera los siguientes programas: i) Extensión agrícola y forestal, ii)
Asistencia Técnica a grupos de agricultores y iii) Adiestramiento y
certificación.
i)
Venezuela: La Dirección de Extensión del Ministerio de Agricultura
y Cría fue desmantelada y la función de Extensión fue trasladada a la FUNDACIÓN
CIARA (Capacitación e Innovación para apoyar la Revolución Agraria), encargada
de la Reforma Agraria en 1954, organización que contrata servicios de Extensión
a nivel descentralizado. b) La Extensión como un servicio integrado a las Instituciones
Nacionales de Investigación y Transferencia de Tecnología y/o Extensión, INIA.
j)
Argentina. El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria INTA,
es una institución de investigación y desarrollo tecnológico altamente
evolucionada tanto en su organización, como en sus formas de operación y
transmisión de resultados. Su preocupación por la adecuada lectura de las
demandas del agricultor y por la participación de este en la identificación de
las demandas y en general en su participación en las actividades de I&D, ha
estado apoyada en una copiosa experiencia de innovaciones institucionales, que en
numerosos casos han servido de inspiración a otros países. El INTA, si bien
cuenta con centros nacionales de investigación que también operan
regionalmente, y en estas, las regiones, opera un programa de extensión
agrícola y rural que presenta innovadores y exitosos resultados, siempre apoyados
por los servicios de las estaciones experimentales.
k) Bolivia: En el
año 1976 el país creó el Instituto Boliviano de Tecnología. La extensión rural
para el desarrollo de la agricultura y la seguridad alimentaria 55 Agropecuaria,
“IBTA”, dependiente del Ministerio de Agricultura y Cría, el cual contenía
tanto programas de investigación, como de extensión, que operaban
regionalmente, con una sede principal en La Paz. Los esfuerzos para su
establecimiento y consolidación fueron muy importantes a lo largo de los años.
Sin embargo, a comienzos de los años noventa, el IBTA fue desmantelado por
completo, después de intensos estudios y recomendaciones, siendo reemplazado por
cuatro Fundaciones Regionales para el Desarrollo de Tecnología Agrícola, las
llamadas FDTA, que operan con base en un esquema de fondos concursables para
actividades de I&D tecnológico.
l)
Colombia: El Instituto Colombiano Agropecuario, ICA, fundado
en 1962, operó hasta finales de los años ochenta como tal, integrando los
servicios de investigación, transferencia de tecnología y extensión y sanidad agropecuaria,
cuando fue sometido a una severa reestructuración, emergiendo una nueva
institución, la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria (CORPOICA),
dedicada solo a la investigación y la transferencia de tecnología y dejando los
servicios agropecuarios, con excepción de la Extensión en el ICA. El Servicio
de Extensión fue entonces deshabilitado y reemplazado por las llamadas Unidades
Municipales de Asistencia Técnica, UMATAS, con operación a nivel municipal y financiamiento
compartido por el Gobierno y las municipalidades y en algunos casos, por los
productores. Esta nueva institucionalidad ha estado sometida a importantes procesos
de reorganización, que continúan en la actualidad siempre orientados a la
introducción de innovaciones útiles a los productores rurales, aunque su éxito
es diferencial, por tipos de municipios.
A enero de 2014 había registradas 504
Epsagros en el MinAgricultura. Son empresas particulares o gremiales prestadoras
del servicio de asistencia técnica
pequeños agricultores, con recursos del ministerio de Agricultura.
m) Otros casos
importantes. Es necesario mencionar finalmente los casos de Chile y de Brasil,
que han trabajado bajo una lógica un poco diferente de las presentadas
anteriormente. En el caso de Chile, se dieron una serie de importantes
innovaciones alrededor del Instituto de Desarrollo Agropecuario (INDAP), cuya
estructura básica no ha sido modificada de una manera importante, tanto sus prioridades
como la forma de operar, dando más importancia a la atención de agricultores de
escasos recursos, y también introduciendo importantes innovaciones para el cofinanciamiento
y la tercerización de servicios. Estas innovaciones han servido como un ejemplo
importante en la Región para numerosos países que ven en el modelo chileno
elementos muy valiosos para incrementar la eficiencia de los servicios de
Extensión y asistencia técnica. Chile ciertamente ha sido un innovador temprano
en temas de Extensión en la Región.
n) El caso de
Brasil es también diferente, ya que la Empresa Brasileña de Pesquisa
Agropecuaria (EMBRAPA) no fue fundada sino hasta el año de 1972, y no tomó
dentro de sus responsabilidades la función de Extensión, que continuó bajo los mandatos
de la Empresa Brasileña de Asistencia Técnica y Extensión Rural (EMBRATER) a
nivel federal, y del llamado Instituto Paraná de Asistencia Técnica y Extensión
Rural (EMATER), a nivel de los Estados. Con todo, EMBRAPA ha jugado siempre un
papel predominante en la generación de tecnologías apropiadas a las condiciones
de la agricultura familiar, mediante una importante red de centros experimentales
que tienen como mandato central el fortalecimiento tecnológico y socioeconómico
de la agricultura familiar. Como se puede observar, la relativa homogeneidad
del modelo inicial diseñado bajo dos o tres formas básicas relativamente
simples y fáciles de entender, se ha diversificado de una forma sustantiva, lo
cual no es más que la expresión de la propia diversidad de situaciones en la
vida rural de los países. Aun así, si bien existe un común denominador en estos
cambios, definido por las características básicas de las transformaciones antes
mencionadas, no puede afirmarse que el nuevo paradigma de extensión y
desarrollo rural se haya asentado en ALC.
A
manera de explicación y conclusión general, según el documento del IICA, la propia dinámica de transformación cultural
y socioeconómica de las realidades campesinas en los últimos 30 años, generó
las bases para el gradual surgimiento de un mercado diversificado para la
prestación de los Servicios de Extensión, más allá de lo público, con
participación de actores privados, ONG y de los propios agricultores. El apoyo
público continúa sin embargo siendo válido y presente en la Región, con
prioridad para aquellos casos en los que el nivel de pobreza de las comunidades
rurales es mayor, y por ende, el riesgo de un mayor deterioro (diferenciación
negativa) de sus niveles de bienestar.