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viernes, 24 de febrero de 2017

SI USTED NO SE CONOCE… CóMO PUEDE TRABAJAR EN EQUIPO?



La aplicación práctica de la musicoterapia, en el enriquecimiento grupal.

Recientemente orientamos con Jorge, un taller de liderazgo y trabajo en equipo a un grupo de profesionales de una empresa de interventoría. (Jorge es un músico egresado de la Universidad de los Andes y con Maestría en Musicoterapia. Tiene su empresa -Musicando.Servicios musicoterapéuticos- después de haber fracasado  o, -mejor-haber hecho el aprendizaje- con dos empresas anteriores).

Varios ejercicios con instrumentos musicales, permitieron a los participantes descubrir sus tipos de personalidades al proyectarse con la música que construían. El musicoterapeuta sabe conducir y analizar el tono, la intensidad y los otros atributos que van surgiendo en el grupo musical; todo orientado a re-conocerse por sí mismos las virtudes y las fallas en la comunicación para un trabajo de alto desempeño.



 Sabemos escuchar? Qué tan grande es su ego? Tipos de personalidades?

El test sobre la escucha y la magnitud del ego fueron complementando el diagnóstico; y –sobre todo- las conclusiones sobre los mecanismos de corrección suscitadas, dada la importancia de aplicarlos en la vida personal, familiar y laboral como equipo de trabajo.

Las reflexiones conclusivas con estos ejercicios aportaron al grupo nuevos ingredientes, sencillos y vivenciales de las realidades del dia a dia.

La ventana de Luft o de Johari.

Se completó el trabajo de autoconocimiento con este estupendo recurso (desarrollado por dos sicólogos norteamericanos), que quiero compartir con usted. Aunque no tiene un rigor científico sí ilustra con gran realismo y fidelidad el tipo de personalidad dominante de quien lo realiza.

Y quiero compartirlo con usted, seguro que le va a ayudar muchísimo en la mejora de la comunicación asertiva en su equipo de trabajo. Advierto que no soy sicólogo pero por lo sencillo y práctico considero que vale la pena aplicarlo.

Se atreve a hacerlo? Aqui va:

Tome una hoja de papel tamaño carta. Dibuje un cuadrado como este. Y escriba en la esquina superior izquierda el número 0, y en la esquina superior derecha el número 100. Ese mismo número escríbalo en la esquina inferior izquierda. (Ver figura).

Escriba aquí arriba esta pregunta: Qué tanto me importa lo que los demás opinan o digan de mí? Ponga un punto o una raya. su calificación. 0, sería un tipo que nada le importa, y 100, si por ejemplo al salir a la calle alguien le dice que su peinado o su vestido no lucen bien e inmediatamente se vuelve a la casa a acomodarse según la opinión de los demás. El 50 no siempre es sincero.

Ahora califíquese de manera franca, asumiendo que los demás son el grupo promedio, ni muy amigos ni desconocidos.

A este lado de la izquierda escriba esta pregunta: ¿Cuanto me animo yo a decir lo que pienso, moléstele a quien le moleste, sin importar lo que piense. Cuanto me animo yo a decir lo que se me viene a la cabeza?.
Califíquese. Sea sincero. Tendrá un cuadro como este.
Qué área le resultó a usted más grande? 
Si es el área libre, usted se comunica fácilmente. Si llega a ser líder, su liderazgo es logrador.

Si su mayor área es el área ciega, usted comparte pero no le gusta escuchar. Su ego es muy grande. La comunicación no es fluida. Y si llega a ser lider es de tipo autoritario.

Si resultó ser el área oculta, a usted le gusta preguntar, escuchar, pero no compartir. Su comunicación es de tipo desconfiada. Si llega a ser líder del grupo su liderazgo será de tipo permisivo.

Si su área mayor fue la oscura, lo más probable es que usted tenga problemas de personalidad, depresiones, ansiedad, frustraciones.

Con esto solo quería mostrarle la importancia del autoconocimiento para lograr una comunicación intragrupal que permita un alto desempeño del equipo de extensión y asistencia técnica.

Esa fue la finalidad del taller… y a decir verdad, se logró mucho de acuerdo con los comentarios posteriores.














miércoles, 15 de febrero de 2017

TRANSFORME ESOS INDICES… EN GRAFICAS DE CONTROL

Primer paso.
Me desempeñaba como supervisor de Extensión de la Federación de cafeteros. En uno de mis primeros talleres de Cómo gerenciar las metas con un grupo de técnicos del Comité de Antioquia, hicimos un listado de las principales plagas que afectaban el cultivo en ese momento. La broca a apreció en primer lugar.

Luego pasamos a revisar los factores que favorecían en su aparición, esparcimiento e incremento: a) presencia de frutos en el suelo, b) frutos maduros en el árbol, c) época seca, d) falta de control en los cafetales de los vecinos, e) cultivos envejecidos, f) fosa sin tapa engrasada, g) no aplicación del hongo beauveriana, h) el desconocimiento del MIP (manejo integrado de plagas), i) mala aplicación de productos insecticidas, y otras, que no recuerdo. Se habló también de la importancia de llevar registros de florescencias (muy difícil por el concepto subjetivo de su calificación en buena, regular, escasa, etc); de la posición A, B. o C, del insecto en el grano.

En fin, el grupo manifestó que era un problema bastante complejo por los muchos elementos que se debían tener en cuenta para su control. Por eso muchos productores optaban por aplicar insecticidas cada cierto tiempo, sin tener en cuenta un indicador que le mostrara el umbral de daño económico, tolerado en campo.

Como vimos en un post anterior, si ninguno de estos 10 - 12 factores (arriba mencionados) se controla bien, -es decir con un 100% de efectividad- el éxito en el control de la plaga será poco efectivo.

Segundo paso. Cuál es el nivel crítico en campo?

Hice la anterior pregunta. Me respondieron: -Depende. Depende del tiempo, de la edad del grano, de la posición, del foco, si hay presencia de hongo, etc. etc. y etc.

-Y cual es lo permitido en café pergamino seco?. -Máximo un 5%, fue la respuesta.

-Muy bien, les dije. Si lo máximo es un 5% en producto final, cual es el porcentaje permitido en campo durante todo el año? Después de varias divagaciones, acordamos un valor igual.

Tercer paso.
Hicimos, entonces un gráfica como la siguiente:





–Qué opinan de este tipo de indicadores para monitorear la presencia de la plaga en campo? Uno de los participantes respondió con solemnidad: “Eso es tan práctico y sencillo que hasta un analfabeto lo entiende”.

También para otras explotaciones agropecuarias funciona una gráfica como estas?

Sostuve recientemente una entrevista con una colega de Asohofrucol, experta en frutales. Me comentó que una de las plagas más agresivas es una especie de la mosca de la fruta (Anastrepha obliqua).

Me explicó que para su control se recomienda el monitoreo con la trampa Mc phire, una por hectárea; y revisiones cada ocho días. Me señaló que con estas observaciones se obtiene un índice, al  dividir el número de moscas capturadas por el número de trampas/dia. El nivel nivel critico es 0,5 MTD (moscas/trampa/dia).
Sin duda que este índice también se puede transformar en un gráfico.

En enfermedades como la moniliasis en cacao, las costras en hojas y frutos de cítricos, la PC en palma, la antracnosis en frutales, también aplica este tipo de gráficas si se hace un análisis juicioso de los umbrales para la elaboración de indicadores.

Y en explotaciones pecuarias?
Si vamos al sector pecuario, he preguntado a algunos veterinarios acerca de las pestes más  limitantes; y no dudo que algo similar se puede lograr al transformar índices de pestes en indicadores gráficos que faciliten la toma decisiones oportunas, y la posterior verificación de los resultados de las medidas adoptadas.

Conclusión.

Con un ejercicio grupal se puede -y debe- llegar a construir indicadores gráficos, sencillos y prácticos que ayuden a los productores a gerenciar sus empresas.

No dudo que es más fácil enseñarles a los productores a llevar registros gráficos, visibles, (pegados en la pared), en los que puedan registrar periódicamente los valores de las plagas que más afecta su explotación, que enseñarles a registrar solo porcentajes, manchas, número de insectos…

Lo invito a que haga la aprueba.


Si ya tiene este tipo de instrumentos, le agradezco hacérmelo conocer.

miércoles, 8 de febrero de 2017

SI EL ÉXITO DE SU PROGRAMA O PROYECTO DEPENDIERA DE SOLO CUATRO FACTORES…


VEA ESTO.

Hace algún tiempo tuve el primer acercamiento a un gran programa nacional con financiación internacional, de extensión y medio ambiente; específicamente un programa del recurso agua. El grupo directivo del proyecto me explicó los objetivos, los inicios y la estructura organizacional. Uno de los jefes era el encargado de la gestión de riesgos.


-¿Riesgos en un programa de campo, de extensión?- Fue mi pregunta. Se tratará, de riesgos laborales, talvez, le insinué.

-No, no, son los riesgos del programa, incluidos -desde luego- los laborales, afirmó.

-Pero, que riesgos puede tener un programa de extensión y asistencia técnica, fuera de los pocos laborales?, le repliqué.

El profesional, experto en estos temas me fue aclarando el punto, y manifestó:

-Esto fue un problema al principio, cuando estábamos identificando y cuantificando los riesgos de este programa. Los extensionistas y asistentes técnicos no veían riesgos en nada, salvo en el manejo de plaguicidas. Al contrario, cuando realizamos talleres con otras dependencias que tenían relación con el programa toda actividad la consideraban un riesgo. Era como un péndulo. De ningún riesgo a todo riesgo. Fue necesario trabajar bastante hasta llegar a unos consensos y darnos cuenta de la importancia de eta materia; y poder así definir los factores de riesgo que pudieran afectar negativamente el éxito del programa.

-Por ejemplo -continuó explicándome el gerente de riesgos: Si los buenos resultados de un programa o un proyecto social, agropecuario o ambiental, dependiera de solo cuatro factores, como por ejemplo:
a) la contratación de personal,
b) la idoneidad de los proveedores,
c) la calidad de los insumos y
d) el mismo diseño de la metodología de trabajo;

y, si cada uno de ellos tuviera la probabilidad de solo un 80% de cumplir completamente con lo previsto, de excelente calidad, la probabilidad de lograr con éxito los propósitos, sería de

Logros del Proyecto= .80 X .80 X .80 X .80 = 0.41. Solo el 41% !

Solo el 41%? Le pregunté con asombro. Y pensé en un proyecto de cultivo que, por ejemplo, tuviera ocho factores básicos en su desarrollo, con un porcentaje de plenitud de cada uno de ellos de la siguiente manera:

100%, 90%, 80%,100%,50%,70%,100%,90%.

El buen resultado llegaría a solo un 22,7%

Si. Se da cuenta, entonces,  de la importancia de la Gerencia de riesgos? –me enfrentó el colega.

Pensé para mis adentros: hay razón para que muchos proyectos agropecuarios se queden a medias, resulten poco rentables y los productores pongan muchos reparos, especialmente aquellos en los que tienen cinco, siete o más factores técnicos, controlables, así se insista sobre ellos permanentemente;  independiente de los externos como clima, plagas, mano de obra, cantidad y oportunidad del crédito, etc.


-Y cuáles son los pasos principales que usted sugeriría para hacer una gestión de riesgos en proyectos agropecuarios?, -le indagué con especial interés.

Me respondió:

Primero: Haga un trabajo de grupo con las personas y las dependencias que tienen relación con el proyecto, para identificar el número de los factores principales que pueden afectar negativamente los resultados.

Segundo: Cuantifique las probabilidades del riesgo de cada uno de esos factores.

Tercero: Calcule la severidad de los mismos, multiplicando las probabilidades por los impactos (alto, medio, bajo).

Cuarto: Elabore una matriz con la severidad de los riesgos calculados. Y diseñe el plan para prevenirlos o mitigarlos.

No es difícil, me insistió. Existen documentos y publicaciones sobre el tema.


Apreciado colega: Usted ha calculado de cuantos factores depende el éxito de su proyecto social, ambiental o agropecuario?