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miércoles, 12 de julio de 2017

SI EL TRABAJO DE EXTENSION Y ASISTENCIA TECNICA ES CON PERSONAS,

POR QUE NO NOS INTERESAMOS EN CONOCERLAS…

MAS QUE COMO LO HACEMOS CON LA TECNOLOGIA DE CULTIVOS Y GANADOS?





Hace algunos años fui contratado por una Agencia de desarrollo externa que apoyaba acciones de emprendimiento con unos grupos de pequeños caficultores de zona marginal baja. Se les había prestado asistencia técnica en cultivo de especies forestales y otorgado subsidios con el otorgamiento de las plántulas y fertilizantes.

Éramos dos los consultores. (Después se agregó otro al equipo, para un tema diferente, de mercadeo). El contrato era por unas determinadas horas, distribuidas durante un plazo de varios meses.

Objeto de la consultoría.

Se orientaba a formular acciones para la consolidación de dos grupos de productores de maderables en zona marginal cafetera, uno de ellos con influencia en zonas rurales de cinco municipios. Hacía varios años se había promovido la organización de una asociación con el ánimo de transformar la madera. De unos cien productores que asistieron a las primeras reuniones convocadas por la entidad interesada en apoyar la asociación, solo quedaron unos 35 al momento de la visitas.

Dos o tres profesionales adscritos al proyecto y unos extensionistas prestaban la asesoría técnica en forestales y en el beneficio de los mismos. Entidades gubernamentales de la capital del departamento colaboraban esporádicamente en temas organizacionales.



El diagnóstico inicial.

Nuestras primeras actividades se encaminaron a conocer el estado de la solidez y compromiso de los asociados. Dialogamos varias veces con los profesionales que los atendían, con la junta directiva de la asociación, con productores asociados y no asociados; al igual que con directivos de las entidades que, de alguna manera estaban vinculadas directa o indirectamente con el proyecto. Participamos en algunas reuniones de la junta y de los asociados. Visitamos algunas fincas con plantaciones, y las instalaciones de la maquinaria para la fábrica de muebles, adquirida con recursos del organismo internacional.

En un momento, ala mayoría de los productores, asociados y no asociados, en determinado momento vendieron el producto (madera en bruto) a un comerciante, dejando a su empresa asociativa sin la materia prima como era el propósito de la asociación.

La conclusión, en términos generales, era que no había solidez organizacional. La desconfianza entre los asociados y su directiva afloraba de manera manifiesta. El resto de la comunidad, ajena al grupo no veía con buenos ojos esa experiencia. Aducían muchas razones, algunas válidas; otras infundadas. Sin embargo, la agencia externa patrocinadora del proyecto, continuaba brindándoles –con ciertas restricciones y advertencias- recursos técnicos y de equipos.  Confiaban en que de esa manera superarían los graves problemas internos para hacer florecer la empresa.

Nuestra conclusión.

Para resumir. Después de varios intentos de redireccionar la marcha de la organización mediante el desarrollo de algunos talleres de motivación, de planeamiento y de trabajo de equipo, llegamos a la conclusión que lo mejor para el grupo y para la entidad patrocinadora era suspender la ayuda y liquidar la empresa. Difícil y dolorosa propuesta! Problemas internos llevaron a esta conclusión, la cual fue compartida con los productores. Fue  recibida y aceptada por el grupo. 

Podrían ser estas algunas de las causas del poco éxito de la asociatividad rural, en general?

Revisando algunos ejemplos exitosos y otros no tanto como el expuesto aquí, se podría asegurar que:

1.- Cuando los proyectos surgen como iniciativa de entidades externas a la comunidad, por muy bueno que parezca, sus resultados, por lo general, no son satisfactorios. El desgaste en talento humano en recursos económicos y técnicos es bastante alto. Se crea una paternodependencia que puede llegar a ser malsana.

2.- La mayoría de los profesionales de campo, no estamos preparados para organizar ni asesorar asociaciones grupales autodirigidas. No sabemos identificar líderes, cómo promoverlos, ni como trabajar con ellos, de tal manera que se conviertan en dinamizadores de desarrollo de sus comunidades.

3.- Considero que la principal tarea como extensionistas y trabajadores rurales es: Construir comunidades autónomas. No es fácil. No hay fórmulas. El afán de mostrar resultados supuestamente exitosos con comunidades nos impide escuchar. No sabemos hacerlo. Imponemos. Creamos dependencia; lo cual se opone al desarrollo y el crecimiento humano.

Cómo recuerdo aquí a Ernesto Sirolli: “Si quiere ayudar, cállese y escuche”.

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Estamos en esto: Precisamente en el curso que vamos a dictar en la Universidad Nacional, sobre “Cómo gerenciar con éxito proyectos de extensión”, que se dictará en agosto, vamos a tratar un poco este tema comentado.

Si no se ha inscrito hágalo cuanto antes. El cupo es limitado.

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o a Mayra Alejandra Melo. Cel 3128035432.










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