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viernes, 29 de marzo de 2019

¿POR QUE MUCHAS INVESTIGACIONES DE LOS CENI’s NO “CALAN”?

¿POR QUE MUCHAS INVESTIGACIONES DE LOS CENI’s 
NO “CALAN”?

Este instrumento le podrá indicar qué área de la innovación técnica requiere más esfuerzo, para ahorrar tiempo y recursos en el logro de una mayor eficiencia en la aceptación. Es recomendable que usted haga este ejercicio con su grupo de técnicos.

Ejemplo: Se quiere introducir una innovación técnica para el control de un problema fitosanitario, o un producto para alimentación de animales, o una herramienta para mejorar el control de malezas, etc, etc.

1.- CONSULTA. ¿El diseño fue consultado con los posibles beneficiarios? ¿Solo estuvo en la cabeza de los investigadores? 
2.- SIMPLICIDAD. ¿Es sencillo de operar, o requiere de un entrenamiento especial o de otros implementos? ¿Es fácil de aplicar y de operar? 
3.- FAVORABILIDAD ECONOMICA. ¿Tanto la adquisición como la operación es barata o cara en términos económicos?
4.-COBERTURA. ¿A qué población va a beneficiar? ¿Solo por épocas? ¿O durante todo el ciclo de producción?
5.- CONFIABILIDAD. ¿Se pueden esperar muy buenos resultados de su uso? ¿O solo en casos y bajo condiciones especiales?
6.- DIFUSION. ¿La información es ampliamente disponible en todo momento, por distintos medios?

La probabilidad de éxito: Ejemplo de una recomendación cuyos valores fueron, en porcentaje: 0.5, 0.5, 0.6, 0.8, 0.6 y 1.0, respectivamente. La probabilidad de éxitoen el corto y mediano lazo sería: 0.5 x 0.5 x 0.6 x 0.8 x 0.6 x 1 = 7.2%.
Esto permitirá conocer cual o cuales variables son las que más pesan negativamente en el resultado esperado para buscar los correctivos oportunamente.

Lo que dijo un director de un Centro de investigaciones agrícolas.
Es costumbre que al final de cada año, los centros de investigaciones agropecuarias presenten los resultados de sus investigaciones o los avances, adelantados durante ese tiempo. Por lo general son bastante numerosos. Son dos o tres días de presentaciones, dependiendo de los recursos y del número de investigadores con que cuenta el Centro.

Al concluir la jornada de exposiciones de resultados de un centro de investigaciones el director de uno de esos centros se dirigió a los asistentes con palabras parecidas a estas: “como ustedes pueden apreciar, estimados profesionales del campo, este centro cuenta con un buen número de investigaciones generadas durante los varios años que viene funcionando. Si los productores adoptaran al menos un diez por ciento de las recomendaciones técnicas desarrolladas aquí, demostradas económicamente rentables, la productividad del campo se elevaría de manera importante y seríamos muy competitivos”.

En un descanso le hice esta pregunta: -¿Con esta afirmación, usted quiere decir que a nosotros los extensionistas nos hace falta más capacidad de persuasión?

Con un gesto me respondió: -“Mmmm…es su conclusión?

¿Por qué esas ideas no “calan”?
El problema de la adopción es un factor crítico en el trabajo de extensión rural y asistencia técnica. Ya el gerente general de la Federación nacional de cafeteros de Colombia, Roberto Vélez Vallejo, en su informe al 86 Congreso cafetero, el día 5 de diciembre lo expresaba con preocupación: “No nos ganamos nada con una institucionalidad lanzando iniciativas resolviendo los problemas, trayendo las propuestas, si el cafetero no se las apropia…Vamos a seguir tratando de innovar... pero nos tenemos que pellizcar…cómo hacer para adoptar la tecnología…”

“Ideas que pegan” (Dan HeathChip Heath, 2016),  “Contagioso” (J. Berger,2014), “La adopción de tecnologías agrícolas, bases para su comprensión (Cenicafé, Duque H. 2018) y los estudios que ha adelantado la FAO en países de América Latina, son algunos de los documentos de los cuales se han recogido y adaptado las variables en la tabla arriba propuesta. 

Esta tabla es muy útil y práctica para su trabajo de campo. 
¿Por qué no la ensaya?




viernes, 15 de marzo de 2019

A PROPOSITO DE INDICADORES DE EFICIENCIAS EN EXTENSION…


Algunos  comentarios 
Con motivo del post anterior recibí varios comentarios, unos exponiendo sus desacuerdos con lo allí expresado, y otros en favor. Uno de ellos, a. Quien llamaremos Ramiro S*, comentaba: “estoy muy de acuerdo en contar con indicadores en los procesos de extensión y asistencia técnica, que midan la eficiencia de estas labores; de esa manera se pueden mejorar aquellos que sirven, y desechar los que ya son obsoletos…Hay que cambiar habladurías por hechos y datos, gráficos, visibles.”


Figura tomada de Manual de indicadores.

http://www.colmayor.edu.co/uploaded_files/images/archivos/normograma/manuales/Manualindicadoresversion20(may8)10(1).pdf

Algunos hechos dicientes.

·      Recuerdo que hace algunos años, al iniciar un seminario-taller de extensión en el nororiente del país, un colega me abordó diciendo ante el grupo de participantes: “llevo doce años como extensionista en esta misma zona y no se si con mi trabajo he promovido desarrollo en la zona y en los agricultores, o, por el contrario, los he llevado a ser más pobres; pues no tengo indicadores fiables que me permitan medirlo”. Y continuó: “… he cumplido unas metas que se proponían en los proyectos para renovación de cultivos, siembras nuevas, fertilización…créditos, pero me temo que esto no esté contribuyendo con el desarrollo de la zona ni de los productores porque cada vez los veo más pobres, más endeudados, sin capacidad de ahorro…”.

·      A un alto directivo regional de un gremio importante, en una ocasión, al finalizar el año laboral le escuché decir con cierto alarde que estaba contento porque había cumplido con todos los indicadores que le había señalado la oficina principal. Sin embargo, los productores se quejaban por los bajos precios de sus productos, el alto costo de los insumos y el gran endeudamiento con los bancos. Los que le habían asignado a aquel director no eran indicadores pertinentes. 

·      En una ocasión, cuando trabajaba como Coordinador Seccional del Comité de cafeteros en el Huila, me visitaron Francisco Jiménez (q.e.p.d) y otro directivo de oficina central. Salimos al campo, hablaron con la gente y vieron algunos proyectos; revisaron algunos informes y discutimos algunos temas en los cuales me había metido más de lleno: la asociatividad, los grupos de amistad y un concurso propio para la seccional sobre conservación de suelos. 

Mi tiempo lo dedico a lo que requiere más atención. A lo que ya hacen ellos, no.
En el almuerzo de finalización de la comisión, tuvimos oportunidad de intercambiar algunas impresiones. Recuerdo que Francisco me preguntó muy preocupado: “¿Y las labores educativas[1]en café, que es en lo que lo miden a usted? Siento que usted está muy entregado a otras actividades muy diferentes a ese programa”. Le respondí con mucha seguridad y documentado con registros: “Pacho, ¿para qué dedico mi tiempo y mis esfuerzos a unas labores cuya meta “de aplicación”[2]los productores la están cumpliendo solos? Ellos ya saben la técnica. Me limito a que lo que están haciendo lo hagan bien. Mejor dedico mis esfuerzos a otras actividades que más se necesitan, como la consolidación de los grupos. Estoy procurando que mis actividades sean lo más eficientes posibles”. 
-Estoy de acuerdo con usted, fue su respuesta. Y me dio la mano en señal de conformidad, diciéndome: “Estoy de acuerdo con usted. Así se debe trabajar”.

¿Con qué indicadores cuenta usted?

¿Sirven para monitorear su trabajo, o solo para el final del semestre, del año, o al terminar el programa?

¿Esas gráficas las tiene en un archivo de computador, o impresas, visibles, pegadas en la pared?









·       Nombre cambiado.

[1]Las labores educativas comprendían los métodos de extensión: visitas a fincas, reuniones, días de campo, demostraciones, cursos cortos, etc.
[2]Las labore de aplicación son las realizaciones hechas en campo; siembras, renovaciones, fertilizaciones, etc.

viernes, 1 de marzo de 2019

¿INDICADORES DE EFICIENCIA EN EXTENSION Y ASISTENCIA TECNICA?

La inquietud de un gerente.
Hablando recientemente con el gerente de una empresa gremial, me sorprendió su interés acerca de cómo evaluar la eficiencia de su servicio de extensión. Me mostró unas cifras de costos de producción por kilo en las fincas de los productos a los que sus técnicos prestan asistencia técnica, la evolución de esos costos durante un período de tiempo, y la proyección a dos años más adelante. Le pregunté si sería conveniente incluir allí el valor de los costos institucionales, es decir, de los salarios del personal, de los costos de la administración, de los altos directivos, de los profesionales de asistencia técnica, vehículos, etc. etc.

-Así debería ser, -me respondió; sin embargo esas cifras -institucionales- corresponden a los parafiscales que son impuestos que se le devuelven a los productores en forma de servicios. Y, continuó: -si se considera el valor de todo el aparato de apoyo institucional, el costo real para el país (no para el productor) es mucho mayor, cualquiera que sea el producto: cacao, café, carne de res, carne de cerdo, huevos, etc, 

Una experiencia personal.
Me vino a la mente mi experiencia de un recién egresado de la Universidad. Se la expuse, así:

 -La gran preocupación de este colega, (como la de la mayoría de los recién egresados) al terminar la carrera, era la de conseguir un trabajo, un empleo. Buscaba algo en lo que había estudiado. Llenó hojas de vida, llamó por teléfono, visitó empresas… en fin, se “movió” bastante.

Un día, el gerente de una empresa de maquinaria agrícola lo llamó para ofrecerle trabajo como representante comercial; es decir, como vendedor. Es de advertir que a esa empresa él no había enviado solicitud. Asistió a la entrevista. El gerente le mostró la bodega de maquinaria agrícola, tractores, arados, rastrillos, otros implementos para cultivos de zonas planas, y hasta maquinaria pesada marca Caterpillar: bulldozeres, motoniveladoras. Pronto se despidió diciéndole que lo pensaría.



Foto tomada de Internet.
Tres días mas tarde lo llamó de nuevo el gerente para apremiar su decisión pues necesitaba cubrir esa plaza. La aceptó, no sin temor. Tuvo un entrenamiento muy corto y lo lanzaron al mundo agitado pero apasionante de las ventas. La competencia era muy agresiva: Jhon Deere, Massey Ferguson, Ford, Fiat, etc. Fue un gran reto, que lo obligó a estudiar y a actuar permanentemente. 

Foto tomada de Internet.

Los indicadores de evaluación.
Lo interesante del caso era que a cada uno de los agentes comerciales de es empresa los evaluaban mensualmente: por un lado, con el número de prospectos nuevos, los contactado, las ventas y las referencias de los artículos; y por otro lado, el numero de visitas realizadas, el dinero recibido para viáticos, desplazamientos y gastos de representación.  El valor de las comisiones por la facturación, y otros. Con estos datos se calculaban:  El costo por visita, el costo por equipo vendido, y otros cinco indicadores. Es decir, se trababa de evaluar qué tan eficiente era la labor de ventas.

La conclusión del gerente gremial.
Al terminar de contarle esta historia, el gerente me dijo que sería muy interesante tener unos indicadores pertinentes para evaluar el servicio de extensión y asistencia técnica, por profesional y por zona, para determinar también estímulos y recompensas proporcionadas a los logros, no por actividades; por resultados, no por métodos; por productos, no por procesos. Por impacto, no por desgaste de zapatos.

De esa manera se premiaría la iniciativa, la innovación en el trabajo de Extensión y de Asistencia Técnica.
Este gerente me comentó un artículo[1]: “…hablando con un extranjero, ciudadano de un país europeo con gobierno de corte socialista comentaba que Colombia tenía más subsidios que el normal de los países europeos. Los subsidios o regalos que le entregan a la población han, en muchos casos, aperezado y acostumbrado a que el Estado todopoderoso les dé todo.
En Colombia se subsidia de todo, …adulto mayor, al guardabosque, a la madre cabeza de hogar, a la vivienda VIP, a la producción de azúcar, al cafetero, a las exportaciones de determinados productos, la educación primaria, secundaria, universitaria entre otros. 
El subsidio a determinada producción agropecuaria también se debe revisar, es económicamente lógico que si no somos competitivos deberíamos dejar de producir ese producto y empezar a producir uno en el cual lo seamos, la globalización y la competencia nos ayuda a conseguir los mejores productos al mejor precio, no tiene sentido fomentar la ineficiencia”.
Al terminar su comentario me preguntó:

¿Qué tal si diseñamos unos indicadores, concertados con los técnicos para propiciar la innovación en las tareas de extensión y asistencia técnica? -

VALE!. Le dije.






[1]Jose Miguel Santamaría. Revista Dinero. Febrero 15 de 2019