EN EXTENSION, ENSEÑE CONCEPTOS NO TECNICAS.
Sin
duda a usted también le habrá ocurrido. Los agricultores le piden que los
visite con frecuencia. Se sienten seguros porque confían en usted. (De lo
contrario se aferrarían a su tecnología tradicional). Pienso que es una dependencia
que hemos fomentado, talvez inconscientemente: “Cuando vaya a fertilizar me
avisa”. “Cuando tenga que podar, me informa”. “Cuando vaya a hacer el control de...me dice”. Cuando usted actúa de esa manera puede no ser correcta porque crea dependencia. Y la dependencia es contraria a libertad, al desarrollo. Si al niño que
empieza a caminar se le sigue llevando de la mano hasta adulto, sufre
una discapacidad.
Si cada vez que cambia una tecnología tiene usted que enseñarla de nuevo está creando dependencia en el agricultor. No adiestre, forme. A los animales en el circo se adiestran, no se capacitan; ni menos, aún, se forman.
Nuestro
buen amigo Polan Lacki insiste con vehemencia en la necesidad de mostrar autoridad profesional, con experiencia adquirida en campo, por la preparación. Critica fuertemente a las instituciones
formadoras de técnicos de salón, y a los mismos Extensionsitas de libros, sin callos en
las manos, sin práctica de manejo de tijeras de podar, de ordeño manual y demás
técnicas que enseñan. Eso me parece muy bien. Da autoridad.
Agreguemos a lo anterior la siguiente historia que ilustra el porqué es necesario enseñar conceptos,
principios antes que la misma técnica:
Cando era Supervisor de Extensión de la Federación nacional de Cafeteros de Colombia, en una ocasión le pregunté a un caficultor con qué porcentaje de infestación de broca decidía aplicar alguna medida de control. (El acababa de asistir a un curso de tres días sobre manejo de la plaga). No me entendía la pregunta y yo no entendía por qué no me entendía. (Usted me entendió?) Al cabo de un rato de la entrevista comprendió mi inquietud. Resumo aquí el diálogo:
Cando era Supervisor de Extensión de la Federación nacional de Cafeteros de Colombia, en una ocasión le pregunté a un caficultor con qué porcentaje de infestación de broca decidía aplicar alguna medida de control. (El acababa de asistir a un curso de tres días sobre manejo de la plaga). No me entendía la pregunta y yo no entendía por qué no me entendía. (Usted me entendió?) Al cabo de un rato de la entrevista comprendió mi inquietud. Resumo aquí el diálogo:
-Perdone, pero yo no sé eso… de porcentajes!.
No tuve sino un año de estudio!. -me dijo el agricultor.
-Entonces…
cómo sabe usted ¿qué tanta plaga tiene? -le pregunté.
-Mire
usted –me respondió. –Cuando explicaron lo de coger una muestra ... tantas pepas… de tantos palos… y revisar los que estaban brocados y los que no
tenían el daño, ... sacar el tal porcentaje… yo no entendí nada. Yo no estudié
matemáticas. Pero me puse a pensar cómo hacerlo en mi finca. Entonces me fui al
cafetal. Cogí varias pepas como el tanto de diez puñadas. Los eché en un
canasto de recolectar café. Luego los llevé a la casa y los vacié en un mesón. Como
yo soy escaso de vista, -me advirtió- pedí a los hijos que separaran los frutos
dañados de los sanos. Cuando terminaron, puse todos los que estaban perforados,
en una mano. Podía cerrarla. Entonces, para mi era una seña de que no había
problema. El daño era bajito. Pero en ocasiones hago lo
mismo y quedan en el mesón granos picados. No me caben todos en la mano empuñada. Entonces, pienso que hay mucha plaga. Esa es mi
manera de medir qué tanta broca tengo en el cafetal. Le funcionó.
!Relación volumétrica. Qué lección de ingenio la que
me dio este hombre!. Iletrado,
sí, pero no ignorante.
Si
pudiéramos conocer la lógica del pensamiento y del proceder práctico de los
agricultores, si nos acercáramos más con una actitud humilde de aprendiz; si tuviéramos la
sensibilidad para vibrar en la misma frecuencia de sus sentimientos… nuestro
trabajo sería, sin duda más fructífero y se gozaría mucho con esta profesión.
La
próxima vez que haga una visita a una finca, haga lo siguiente:
1) Hable menos. Pregunte más.
2) Observe mucho. No se quede en la periferia.
3) Comprenda. Intente llegar más al fondo del problema.
1) Hable menos. Pregunte más.
2) Observe mucho. No se quede en la periferia.
3) Comprenda. Intente llegar más al fondo del problema.
Notará
con satisfacción el cambio en el agricultor, pero mucho más en usted mismo!
Sea un Extensionista Audaz!
Sea un Extensionista Audaz!
Ligorio Dussán
ligoriodussan@hotmail.com
P.D. Considera que esto es útil para su trabajo? Lo invito a que deje un comentario sobre este tema.
Ligorio Dussán
ligoriodussan@hotmail.com
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