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miércoles, 10 de diciembre de 2014

LIDERAZGO CORPORATIVO PARA EL DESARROLLO RURAL.

ERROR VS SESGO

Ligorio Dussán




Las juntas directivas, Comités municipales, Consejos de administración, o Ayuntamientos.

Todas las organizaciones o empresas, bien sea comerciales o de servicio, y aún las “sin ánimo de lucro”, tienen como cuerpo directivo un grupo de personas, generalmente elegidas para ejercer la responsabilidad de orientar y poner en marcha la “misión” de la corporación. La gran empresa del desarrollo rural tiene también su junta que, si no conoce muy bien la labor del servicio de Extensión, puede llegar a limitarlo. Discusiones por temas de interés particular, regionalista, muchas veces miope, entorpecen el desarrollo del potencial de los beneficiarios y de los técnicos de campo que caminan con ellos.

He tenido la oportunidad de dirigir algunos talleres sobre liderazgo corporativo para algunas juntas directivas en Cooperativas y Comités municipales de desarrollo rural, y una de las principales fallas es la falta de claridad en cómo definir las prioridades de acción y de inversión de los recursos escasos.

Error y sesgo.

No quiero referirme a las múltiples definiciones de liderazgo, ni las tipologías de los mismos. Abunda material y literatura sobre el tema. Deseo comentar solamente uno de los aspectos que –a mi juicio- identifican la calidad del liderazgo corporativo a todo nivel: el error y el sesgo.

Sesgo.
Cuando las discusiones se centran en posiciones que solo benefician a determinado grupo, el representante expone su punto de vista desde su “especialidad”. La argumentación es construida desde esa visión y le cuesta considerar otros puntos diferentes. O los desatiende.

Si su influencia dentro de la junta es poderosa, fácilmente arrastra la decisión por el camino que señala, así no sea lo más conveniente para el avance de la institución.

A manera de ejemplo.

Un problema de baja calidad de un producto en una región es analizada en una junta directiva. Uno de los miembros, talvez especialista en suelos lo aduce a falta de fertilización adecuada. El que se inclina por las plagas, lo limita a la falta de control oportuno de la misma. El economista, dice que es falta de crédito. Quien vive pendiente de los datos meteorológicos muestra las gráficas de comportamiento de las lluvias, de la radiación solar, etc, etc. “Demuestra” que es el clima la causa principal del problema. Todos, desde luego, pueden tener parte de razón. Cómo se toma, entonces, la decisión? La de la mejor argumentación, así no sea esa la casa principal. No dan en el blanco. Mejor, el blanco es otro, distinto al esencial. Eso es sesgo.

Error.

Cuando la junta toma una decisión para eliminar la causa –o causas- principales del problema, deponiendo intereses particulares, en bien de la región y de acuerdo con la “misión:” Se diseña el proyecto y se pone en marcha. En el camino se observan desfases (propios de la ejecución). No se da en el blanco, pero se apunta a él. Esos son errores. Se pueden medir y se pueden corregir.

La explicación gráfica de estos dos conceptos se pueden apreciar en la siguiente figura.






Es preferible cometer errores a estar sesgado!

+1(202) 230 0777

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