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miércoles, 28 de enero de 2015


Qué es NO SER LIDER en EXTENSION RURAL.

Ligorio Dussán


En mis frecuentes visitas al campo como Supervisor nacional de Extensión, y posteriormente como Consultor, observaba que los extensionistas en general, en su afán de mostrar resultados y su compromiso con las comunidades caían en el gran pecado de NO SER líderes. Naturalmente lo hacían sin ninguna mala intención y sin ser conscientes de lo que esto implicaba en el desarrollo rural, porque su efecto es malsano:

  1. Emplear el posesivo. Los agricultores de mi zona me responden, me hacen, me cumplen, etc,  muy bien con mis programas.

Esa forma de pensar y de proceder de los técnicos va calando en el subconsciente del extensionista y poco a poco se va traduciendo en actitudes de paternalismo y de dependencia de los beneficiarios hacia los técnicos y la institución. El posesivo me, en el lenguaje actúa a manera de programación neurolingüística que moldea los comportamientos del extensionista hacia los agricultores/ganaderos de la zona.

Esta manera de expresarse “cosifica” a las personas. Adormece, no motiva.

  1. Pedir que le colaboren para el desarrollo de los programas para el  logro de las metas.

“Yo les pido a ustedes el favor de que me colaboren:

a) viniendo a la próxima reunión…”

b) “con las prácticas que hemos aprendido en este curso”

c) U otras por el estilo.

De esta manera se pierde respeto, la autoridad de líder se viene a menos, se crea gran desconfianza en la persona del técnico y de la institución.

  1. Presionarlos para que actúen de acuerdo con su interés y el de su empresa, sin siquiera tener en cuenta los intereses del beneficiario.

He visto muchas e ingeniosas formas de hacer presión: Unas autoritarias y otras serviles. Amenazas de no autorización de nuevos desembolsos, en el caso de los créditos; chantajes; ofrecimientos de dádivas; promesas de otros futuros beneficios y servicios; condicionamiento de acceso a nuevos recursos institucionales en caso de no logro de las metas de la agencia de extensión.

Se pone a latente en función de los programas y no los proyectos en beneficio de las comunidades! Asi se predique lo contrario!


Cómo hacer para HACER QUE LA GENTE HAGA?

Es la pregunta que los autores de libros sobre liderazgo se plantean? Aunque no hay fórmulas que funcionen siempre, y sean replicables en todos los casos, lo cierto es que SI NO HAY LIDERAZGO, los resultados son efímeros, erráticos y a muy corto plazo.

Recuerdo que un jefe me advertía que no dedicara tanto tiempo a una región porque la gente de esa zona era muy reacia, muy difícil, muy complicada”. Justificaba su advertencia en los “largos años que la llevamos atendiendo y los grandes recursos que hemos invertido alli con unos resultados que no compensan en esfuerzo”. Y agregaba: “Ni siquiera nos reciben de buena gana, con frecuencia nos rechazan”.

Con esa “radiografía” humana le expresé que toda persona y grupo tiene puntos de motivación que son necesarios identificarlos, ubicarlos y resaltarlos. Recuerdo que le expuse el símil de un tractocamión: nuestra tarea es ubicar el switch del motor de arranque, usar la llave adecuada y encenderlo. Con el motor en marcha se pueden transporter pesadas cargas. Las comunidades son una carga pesada si no intentamos investigar el “como encender el verdadero motor de arranque”

Con este propósito en mente me propuse conocer el estado del “motor de arranque”, y aunque me demoré un tiempo prudencial mientras adelantaba las otras actividades propias de la supervisión, me encontré con la sorpresa de detectar antes, algunos grandes frenos que impedían que pequeños motores auxiliares pusieran en marcha el potencial existente. La actividad, entonces, se enfocó primero a soltar los frenos.

Talvez usted, apreciado colega EXTENSIONISTA puede ser UN FRENO DE SU COMUNIDAD con sus actitudes de ANTILIDERAZGO. Identifique y encienda el switch que desencadena acciones continuas y crecientes. Motive!


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