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domingo, 30 de septiembre de 2018

MASLOW EN EXTENSION RURAL?



Durante el receso de la mañana para el refrigerio en el taller de Liderazgo rural, con jóvenes rurales de la zona cafetera de Caldas, Risaralda y Antioquia principalmente, se me acercaron tres de ellos  para preguntarme cómo se podría llegar mejor a las personas para motivarlas y lograr los propósitos de los proyectos que se adelantan con ellos.


El taller había versado fundamentalmente en el reconocimiento del valor de cada uno de los líderes como personas y la  importancia  de ese mismo reconocimiento de los integrantes de una comunidad. Les hablé de Manfred Max Neef con su teoría del “Desarrollo a escala humana”; y  pronto pasé a hablarles de Maslow y su famosa pirámide de necesidades. Rápidamente les hice la siguiente figura en el tablero y comencé a explicarles cada una de esas necesidades del hombre.    




Les fui comentando a los tres jóvenes cada una de las distintas necesidades y cómo estas influyen en las motivaciones de las personas, en sus decisiones.

Y eso qué tiene que ver con la Extensión rural? – preguntó uno de ellos.
¿Qué pretende usted cuando hace recomendaciones técnicas? – le repliqué.
-Pues que incremente sus ingresos, fue su respuesta.
-¿ Y a cual necesidad está apuntando con  esa intencionalidad?
-Mmmm… se quedó pensativo; y entendieron todos los presentes en ese grupito, que, como se está llevando a cabo la Extensión agropecuaria solo se dirige a satisfacer las necesidades básicas o primarias. Las  demás se quedan por  fuera.
La reflexión final fue…
La Extensión rural solo está pretendiendo lograr desarrollo rural trabajando solamente en la base de esa pirámide; pero que hay otras, más importantes, de más impacto en las personas y en la comunidad, como la satisfacción de las  necesidades de tipo gregario; y aún más, las  que propician el desarrollo y fortalecimiento del autoestima.
Vale decir, las necesidades superiores no se están cubriendo, se les desestima o no son importantes para las actividades de las organizaciones que  adelantan programas de Extensión rural.
Algunos  comentarios en las evaluaciones del taller hicieron mención de la importancia de haber destacado este tema para el desarrollo del potencial del líder y de las personas que lo siguen.

Será aplicable la teoría de A. Maslow en Liderazgo y Extensión Rural?

sábado, 15 de septiembre de 2018

¿SERA HORA DE HACER UNA REINGENIERIA EN LA EXTENSION RURAL?




Lo que explicaba el conferencista.
En una reciente exposición un conferencista explicaba la Extensión rural desde una perspectiva sistémica.  Desarrollaba con gran detalle los distintos componentes de un sistema, concluyendo que esta actividad es un gran proceso, pues tiene como fin el Desarrollo Rural. Por lo tanto, que, el resultado final, el desarrollo rural, debe tener unos indicadores para poder verificar si el proceso está logrando esos fines y cómo lo está haciendo.

Uno de los asistentes interrogó sobre cuales eran esos indicadores. La respuesta fue dirigida a las variables que se deben tener en cuenta para medir el efecto de las acciones del proceso. El conferencista mencionó, entonces, que el desarrollo rural lo concebía como la interacción de dos grandes subsistemas, el social y el biofísico.

Cual es el papel del servicio de extensión dentro de ese enfoque?, -preguntó uno de los sociólogos, asistentes.
El equipo de extensión debe gerenciar el proceso -fue la respuesta del expositor. Por lo tanto -continuó el profesor- el grupo de trabajo, los extensionistas, necesita identificar   las variables claves y críticas del proceso que van a incidir en el resultado, es decir, en el desarrollo rural. Estas variables difieren de una zona a otra. Son críticas en algunas de ellas. ¿No creen ustedes que el liderazgo rural es una de la variables críticas para tener en cuenta en el desarrollo rural?, concluyó el sociólogo.


Y cuáles son esas variables, según usted?
La extensión rural va más allá de la simple extensión agrícola, pecuaria, forestal, acuícola, o agropecuaria, como la llama hoy la Ley del sistema Nacional de Innovación agropecuaria, afirmó el expositor. La dimensión rural comprende los dos grandes sistemas que hemos mencionado, el biofísico y el social. En el primero es necesario considerar variables del medio ambiente, suelos, agua, bosques, uso de tecnologías degradantes o contaminantes. En el social, las variables como hogar, (las relacionadas con las que identifican las necesidades básicas insatisfechas), educación, vivienda, estado de la misma, de la batería sanitaria, y el hacinamiento crítico.

Es la oportunidad!
Después de un rato de reflexiones y discusiones del grupo sobre este tema, el de las variables e indicadores en desarrollo rural, uno de los presentes, extensionista de gran trayectoria, hizo una magistral exposición concluyendo con la siguiente afirmación. ¿No será esta, ahora, la gran oportunidad de hacer que el subsistema de Extensión Agropecuaria, de la Ley 1876, reclame su protagonismo?. ¿Se deberá demostrar que es el eje principal de todo el sistema de Innovación agropecuaria?.

Es este eje, el de extensión agropecuaria, sobre el cual deben girar los otros dos subsistemas, el de innovación y el de capacitación. La Extensión agropecuaria debe dar las directrices de acción para los otros dos subsistemas. La E.A está en contacto directo con la “clientela,  con los productores, con los problemas del campo, con las fuerzas vivas del desarrollo rural!

Ante esta exposición, y ya terminado el tiempo, el conferencista concluyó con esta pregunta:

¿SERA HORA DE HACER UNA REINGENIERIA DE LA EXTENSION AGROPECUARIA PARA ORIENTARLA HACIA LA EXTENSION RURAL?




sábado, 1 de septiembre de 2018

NO CREO QUE ESTO OCURRA AHORA. ¿USTED QUE DICE?



Estaba encargado de un programa.
Ese proyecto llevaba ya dos años de ejecución. La directora había salido a licencia de maternidad. Una de las primeras actividades, que me propuse fue la de visitar en campo los trabajos adelantados. Coordiné para hacerlo, con la Jefe nacional del PMA (Programa Mundial de Alimentos), organismo internacional que suministraba gran parte de los recursos.

Cuando llegamos a la zona, en el norte del departamento del Tolima, nos atendió la colega responsable de la microcuenca en esa región. (Me abstengo de decir su nombre). Visitamos varias construcciones de baterías sanitarias que eran uno de los objetivos del programa. 



Mi sorpresa en una finca.
En una de las pequeñas fincas, el dueño del predio nos recibió muy amablemente. Quedé sorprendido por la estupenda construcción de la batería sanitaria, (mejor que la que aparece en la foto), que contrastaba con la choza en que vivían: techo de cartón encerado, piso de tierra, dos piezas sin puertas, separadas por “cortinas” de costal. Los cerdos y las gallinas se refugiaban en el interior de la “casa”.

Pero lo que más me llamó la atención fue notar que la niña mayor de los cuatro hijos, no había ido a la escuela ese día. Le pregunté la razón. ¡El señor me contestó que la profesora de la escuela le había advertido que si la niña no iba con el uniforme no podía seguir en la escuela! Y que él no tenía el dinero para comprarle el ajuar solicitado por la profesora.

Qué entiende usted por desarrollo?
Llamé aparte a la colega y le pregunté qué entendía ella por desarrollo, que yo no podía creer que hubiera embarcado a ese señor en una obra tan costosa, -así hubiera sido con el crédito subsidiado del programa- y no hubiera tenido en cuenta las prioridades de la familia, como era la educación de esa niña y el mejoramiento de la vivienda. Me respondió que ella estaba buscando cumplir la meta que le habían asignado.

A la hora del almuerzo llegó el Ing. Agrónomo, extensionista, invitado por el dueño de la finca. Nos saludó y luego y me invitó a que visitara el cultivo de la finca. Ya en el lote me comentó los pormenores del mismo: el área sembrada, la edad, la densidad, la variedad. Le hice la observación que lo veía un poco enmalezado y escaso de fertilizante. Ante esta observación el extensionista me advirtió que el finquero no pudo acceder al crédito que él le había planificado para esas labores por cuanto la capacidad de pago la había copado el crédito para la batería sanitaria.

Una corta tertulia.
Ya en el pueblo, de regreso a Bogotá, hicimos una pequeña reunión en una cafetería. Les hice la observación ante la jefe nacional del PMA de mi posición sobre el concepto de desarrollo. Les dije que no entendía cómo embarcaron a un pobre productor en unos créditos y en una obra tan costosa cuando no tenía para el uniforme de la niña. Que cuales eran las prioridades de unos programas que, supuestamente van a ayudar al productor del sector agropecuario. En fin, hicimos una buena sesión crítica de lo observado en esas visitas.

¿Usted, apreciado colega, qué comentario tiene sobre esta escena?!Tres entidades disputándose el mismo ¨cliente¨ para poder cumplir las metas de sus programas, a expensas del bienestar del productor! La maestra, el extensionista y la colega del programa ambiental!

¡Y dos de ellas de la misma entidad!

¡No creo que esto ocurra en este tiempo! O, ¿sí?
¿Usted qué opina?