Increíble, aterrador!
Por decir lo menos. Es increíble que esto siquiera se piense. ¿Para
promover el desarrollo del campo, el desarrollo rural? No puede ser!
Este proyecto de Ley pretende que quienes cultiven, financien,
promuevan el cultivo de la coca, hasta 3,8 has serían cobijados por cargo de “delitos
excarcelables”. Esta propuesta
forma parte de los acuerdos de la Habana, como lo es el otro proyecto de Ley de
reforma de la Asistencia Técnica, en curso, denominado Sistema Nacional de Innovación
Agropecuaria.
Hagamos cuentas sencillas.
“Como está, este proyecto de ley prácticamente autoriza y motiva
a sembrar la coca”, dijo un alto oficial de la Fuerza Pública. Los cálculos de
la Policía señalan que de 3,8 hectáreas de coca se
pueden extraer hasta ocho kilos de base de coca por cosecha, y hay cuatro
cosechas al año. Por kilo de base se pagan 2 millones de pesos,
lo que representaría un ingreso ilegal de al menos 64 millones de pesos al año”.
“Que los dueños de hasta 3,8 hectáreas eviten la cárcel es muy
peligroso. Quien posee esa superficie no es un micro-cultivador. Según la ONU,
cada hectárea llega a producir hasta 6.000 kilos de hoja de coca por año, en
especial porque las nuevas técnicas han llevado el número de cosechas anuales
de dos a cuatro. La ONU sostiene que el kilo de hoja de coca puede ser vendido
por 1,1 dólares. De ese modo, el dueño de 3,8 hectáreas puede llegar a ingresos
de unos 25.000 dólares al año, cerca de 75 millones de pesos, una cantidad por
la que se le hace agua la boca a cualquier campesino. Más de un empleado medio
de la ciudad debe de estar pensando en irse a sembrar coca”. (Vargas, Mauricio El
Tiempo, 29 de Octubre).
Con esa rentabilidad, y frente a un promedio nacional de 2 hectáreas de
cafetal por familia, y 10 cargas (de 125 kilos) por hectárea de café pergamino
seco; y a un precio de $750.000/carga, esos ingresos brutos por café los podría obtener una familia caficultura –promedio- en
menos de un cuarto de hectárea sembrada en coca. Más exactamente en
2.100 metros cuadrados de cultivo de coca. Es un atractivo muy tentador que pondría en aprietos a la
institucionalidad cafetera.
Si así,
de manera ilegal, se cultiva en algunos predios, intercalado con café, (jamás
permitida ni auspiciada por la institucionalidad cafetera), cómo ser[a cuando
se llegue a legalizar, como está contemplada en el proyecto de Ley?
Y si hacemos cuentas de las hectáreas en cacao… y las dedicadas a otros renglones productivos crecientes
como como la palma de aceite, los frutales, la ganadería, los forestales?
Y la mano de obra?
Si la mano de obra tiene un peso muy importante en los costos de
producción
agropecuaria, (más del 50 % en algunos
de ellos), el incremento de los costos de haría inviable económicamente la
explotación agropecuaria.
Foto
libre tomada de
https://www.google.com/search?q=fotos+libres+de+raspachines+de+coca&client=safari&rls=en&tbm=isch&tbo=u&source=univ&sa=X&ved=0ahUKEwjLyauuuZjXAhXH6oMKHdmIBvAQ7AkIQA&biw=1280&bih=739#imgrc=yc72tQAihMG6mM:
Y las
repercusiones en el tejido social rural y urbano?
¿Cuantos predios se dividirían para poder no
asarse del tope de las 3.8 hectáreas? ¿Y
el incremento de la violencia, y la delincuencia y el desmoronamiento de las
sanas costumbres, de los valores, de la sociedad rural y urbana?
Qué gran reto el que tienen que enfrentar los
servicios de extensión y asistencia técnica gremiales, asistentes técnicos
particulares, las Universidades, las Unidades de Asistencia y Auditoría Técnica
Ambiental y Social (UAATAS) de los palmeros y para todos los profesionales del
campo, para revisar y prepararse con nuevas herramientas de formación
humanística y de ética social.
Económicamente, es una gran
tentación para los productores rurales! Y no se diga… también para la juventud
rural!
Qué piensan
los gremios y las Asociaciones de Productores?
Y las
Asociaciones departamentales de Ingenieros Agrónomos?
Y la Asociación
Colombiana de Ingenieros Agrónomos – ACIA-?