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miércoles, 27 de mayo de 2015

LA CERTIFICACION DEL SERVICIO DE EXTENSION, ¿UNA FALACIA?


Ligorio Dussán


Presencié esta discusión entre un consultor en Gestión Integral de la Calidad, que estaba asesorando una empresa agroindustrial con miras a la certificación de la Unidad Técnica, y un experto en Extensión rural.

-Esta empresa quiere certificar la Unidad de asistencia técnica, y estamos elaborando el Manual de calidad para ese departamento –dijo el consultor. Y continuó: -Me han  entregado un documento con los Métodos de extensión. Una de mis preguntas, amigo experto, es: ¿cuántas visitas o cuantas reuniones puede -o debe- hacer un técnico mensualmente?”

En primer lugar -le dijo el Experto- el Servicio de Extensión no es un departamento!; Es toda la organización! Toda, debe estar enfocada hacia los agricultores. Ellos son su “clientela”. Por lo tanto deben ser de calidad. Los departamentos de recursos humanos, de tesorería, de contabilidad; el almacén, y todas las demás dependencias deben tener al agricultor como objetivo principal. La empresa es un sistema de sistemas. Si uno falla todo va al traste. Si en el cuerpo humano –por ejemplo- la vista, el sistema endocrino y todos los demás funcionan bien, son “de calidad”; pero si se detecta una úlcera gástrica, ¿se puede “certificar” que hay buena salud?

En segundo lugar, -le enfatizó- lo que se certifica es un proceso rigurosamente probado, estandarizado y supervisado, ,que asegura (garantiza) la calidad consistente del producto final, como sostiene Beckwith, Harry en uno de sus libros.

Yo lo escuchaba con mucha atención. Luego continuó el Experto:

-Se certifica un proceso de compras, el proceso de contratación, el de provisiones, el de personal, el departamento de nómina; una planta extractora, una planta de sacrificio de animales, etc. Preguntó al Consultor:

-¿Cual es el “producto” del Servicio de extensión, o de la Unidad de Asistencia Técnica, en su caso? ¿Cómo se identifica la calidad, y cual el proceso para llegar a ella?

-Pero si la Extensión se hace con estos métodos descritos en este manual -me interrumpió- no veo por qué no se puede certificar, –afirmó el Consultor con cierta indignación.

¿Se puede certificar el  juego de un equipo?

Esa fue la pregunta que hizo el experto en Extensión: ¿Cuál es el “proceso” que garantiza a un equipo de fútbol, obtener siempre tres goles?- le dijo. -Ciertamente, los métodos –por definición- son procesos. Debería, entonces certificarse cada uno de ellos!

Y siguió argumentado: -Hasta el momento nadie puede decir que tiene, por ejemplo, un módulo de tres o cuatro visitas y una reunión para lograr el incremento de tantos kilos de un producto por hectárea, ni que con X número de reuniones (o una combinación de cursos, reuniones, visitas) se reduce tantos puntos porcentuales de determinada plaga.

Hay acciones (métodos) que “impactan” más que otras, es cierto; permiten un mayor aprendizaje; pero no aseguran un incremento en la producción, ni un mejor control de una plaga.  El saber no asegura el hacer!

-Las auditorías… desvían del verdadero fin-, afirmó el Experto

Lo que he observado –indicó el Experto- es que el extensionista dedica gran parte del tiempo a las tareas que las auditorías revisan: el número de actividades y sus “evidencias”… el número de “records” de visitas, las listas de participantes en las reuniones, etc. O los “entregables” que, generalmente, son documentos-informes.

Con la certificación en Extensión la preocupación se orienta más a evitar las “no conformidades” que a trabajar en cómo lograr los resultados propios del servicio: el incremento de la productividad, el mejoramiento de la calidad y la reducción de costos de producción, en procura del mejoramiento de vida de los agricultores, su familia…. Logros que la certificación de por sí no garantiza.

Entonces, -concluyó el Consultor aquel, -veo que la Extensión es un juego… de ajedrez!; y no existe un proceso rigurosamente probado, estandarizado…


-Sí señor –le cortó el Experto. Con la gran diferencia que si el extensionista es audaz, el gran ganador es el agricultor. Por lo tanto... la certificación…(?!!)

miércoles, 20 de mayo de 2015

EXTENSIONISTA: CUANTO ES SU  APORTE AL DESARROLLO AGROPECUARIO DE SU ZONA?


Ligorio Dussán


Ojo! A usted lo están evaluando!

Estamos dentro de un sistema en el que todo se mide. Eso es bueno porque induce al mejoramiento de las actividades, de la innovación, de los resultados. El problema es cuando todo se reduce a dinero: cuánto se invierte, cuanto se  obtiene.

Hay variables difíciles de ponderar en términos monetarios: la felicidad, el amor, la satisfacción en el trabajo, etc. (Un país referente sobre este tema, de la felicidad, es Bután. Chile, Francia y otros persiguen el mismo propósito).

Pero, como a usted, extensionista, lo evalúan también en términos económicos y financieros, salga al paso. Haga su propia evaluación económica. 

En qué porcentaje sobre el total de factores es el suyo como extensionista?

No se me confunda con la pregunta. Es simple: no todo el resultado bueno o malo en su zona de trabajo se debe a su influencia. No todo depende de usted. Su labor es muy valiosa, sin duda; pero hay factores que facilitan (o limitan) los logros. Permítame atreverme a ponderarlos en, alrededor de un 30% esa su influencia como extensionista; y 70% la de los otros factores.  Desde luego esos varían  en número y porcentaje.

Entre ellos:

  • La oferta ambiental (el tabaco, la palma, el arroz, etc, no se  producen en clima frio; o no son rentables; de igual manera, los de clima frio no lo son en clima caliente).
  • La tradición y cultura. (El que es caficultor muy difícilmente se vuelve tabacalero. Hay zonas difíciles por la infraestructura, las comunidades, los riesgos ambientales y sociales, etc).
  • La “institucionalidad”. Entendida por las asociaciones gremiales, cooperativas y otras, con sus servicios inducen a la adopción de ciertas prácticas.
  • La rentabilidad misma de la explotación agropecuaria.
  • El crédito bancario. (Tasas de interés, facilidades, garantías, etc)
  • Las políticas gubernamentales (Subsidios, regulaciones, impuestos, etc)
  • Los precios y las estructuras de mercadeo. (Puntos y garantía de compra, formas de pago…)

En la siguiente gráfica se presenta esa proporcionalidad.




Y si… se hiciera una valoración financiera?

Aplicando la siguiente fórmula -por concepto de la Asistencia Técnica en Extensión, solamente- se obtiene el “rendimiento” financiero. Así:


(PX0,3)X100
         S

P:    Valor de la producción y/o de las inversiones productivas.
0,3:  Porcentaje de su aporte como extensionista, en la P.
S:    Su salario anual, semestral, según la explotación agropecuaria.

No se toman en consideración las “externalidades”, como el impacto sobre el medio ambiente, el fortalecimiento social, el mejoramiento en la familia, etc, etc, etc, etc.


HAGA EL EJERCICIO Y ME CUENTA





miércoles, 13 de mayo de 2015


SI NO TIENE RECURSOS…APROVECHE EL MAS VALIOSO!

Ligorio Dussán



Una buena lección!

Por cerca de cincuenta minutos viajé con un joven y entusiasta Extensionista. Me transportaba hasta un lugar en donde otro profesional me esperaba para seguir con él a observar su trabajo de ese día.

Durante ese trayecto, mi joven interlocutor me habló de sus estudios, del tiempo que llevaba en su actividad en esa empresa gremial; y los retos laborales que los jefes le habían encomendado. Hacía pocos meses había sido trasladado a esa zona en razón a que el anterior Extensionista no tuvo mayores éxitos en sus labores y las metas no lograron el cumplimiento esperado. Además, ya salía pensionado.

Al reclamarle a su jefe por ese traslado -para él injustificado y de por sí calificado como un castigo- obtuvo una respuesta retadora: -“precisamente por eso, porque usted ha mostrado un buen desempeño en el distrito en donde estaba, y necesitamos que usted saque esta zona del atraso”.

Derrotando sus “enemigos”, convirtiéndolos en amigos.

Afloraba entusiasmo al comentarme las acciones que había adelantado y los resultados que estaba logrando. Lo primero que acometió fue cambiar esa actitud negativa (y hasta agresiva) que algunos de los agricultores tenían hacia el Servicio de Extensión. Identificó a los principales fomentadores de esa mala imagen; los abordó, los escuchó con respeto, y los hizo amigos de su causa. No fue fácil, pero ese era el primer paso!

Simultáneamente fue haciendo un listado de las principales objeciones para el cambio de variedad. Las analizó y elaboró varias argumentaciones para manejarlas. Y las puso a prueba.

Buscó personas que tuvieran influencia dentro de la comunidad y que hubieran tenido éxito con la variedad recomendada. Con su smartphone hizo algunas buenas fotos y uso cortos videos, con testimonios de esos agricultores. En fin, preparó un plan estratégico (sin darle esa denominación).

Aplicación de su estrategia.

Ante las objeciones, sacaba a relucir sus argumentos. Ante la renuencia, mostraba evidencias: fotos, videos, testimonios. En varias ocasiones hizo pequeñas giras a las fincas de donde había hecho las fotografías. Era fácil hacerlo –me decía- porque se hacían en horas de la tarde, cuando había terminado la jornada, El transporte era fácil pues todos se desplazaban en sus motos. Con anterioridad el anfitrión había sido orientado en la presentación de cifras de costos, de producción y en cómo responder las posibles objeciones que surgieran.

Qué buen ejemplo!

Al finalizar el viaje lo felicité efusivamente. Le exalté su audacia y tenacidad para lograr algo que es lo más importante: encauzar el potencial humano hacia los programas de la gente, para la misma gente, y con la comunidad. Además, porque había sabido aprovechar el recurso más valioso (y a veces no bien orientado) de la zona: la misma gente. Su talento!














miércoles, 6 de mayo de 2015

ESTE Sí QUE ES… UN BUEN INDICADOR.

Ligorio Dussán
ligoriodussan@hotmail.com
ligoriodussan@gmail.com

Con un ex-director de Extensión.

Hace pocas semanas me encontré con un ex-director de Extensión de un importante departamento cafetero de Colombia. El se había iniciado desde la base, como Coordinador de un equipo de extensionistas de campo. Ascendió después al cargo de director departamental y allí permaneció hasta su retiro. Es un hombre de una gran experiencia.

La pregunta clave.

Después de comentarme lo que hacía ahora (dirige una organización que contrata servicios con el Ministerio de Agricultura), le hice la siguiente pregunta:

-Si no existiera el Servicio de Extensión gremial, qué porcentaje de caficultores, considera usted que harían por sí mismos las actividades que los extensionistas promueven? (Ej: renovaciones de cafetales y otras).

Pensó por un momento… y me respondió: -“Talvez el ochenta por ciento; pero –adivirtió- no todos lo harían bien”.

Es de anotar que esta misma pregunta la había formulado con anterioridad a otros técnicos de la zona, verbalmente, y sus estimaciones estaban entre el veinte y el cuarenta por ciento.

Le expuse a mi interlocutor algunas cifras de fertilización y de porcentajes de áreas de cafetales renovados con variedades resistentes a la roya; y le volví a cuestionar sobre las posibles razones de la baja adopción en estas prácticas, pese a los grandes esfuerzos técnicos y de apoyo institucionales.

Su razonamiento se orientó a apoyarse en la vieja teoría del proceso de difusión de Everett M. Rogers formulada hacia 1962. Me argumentó que los agricultores en general y los caficultores –en este caso- no han seguido las etapas de manera sistemática: les ha hecho falta pasar por el “ensayo”, para comparar las bondades de una y otra práctica… y luego decidir, es decir “adoptar”. (???).

Sus razonamientos no me convencieron.

Desde la perspectiva sistémica, me surgen estas inquietudes:

1.- Si un proceso no logra los resultados esperados, se debe insistir en ese proceso?


2.- Si, el enfoque difusionista -aplicado desde hace más de cincuenta años- no conlleva a la adopción, amerita seguir insistiendo en hacer más de lo mismo?

3.- Si el agricultor –el caficultor- solo hace por sí mismo un cincuenta por ciento de lo que debería hacer… ¿no será que “algo” -o mucho-… está fallando en el Servicio de Extensión?

Ese porcentaje de “inercia” sí que es un buen indicador de la eficacia del trabajo de extensión!

Su equipo deberá medirlo, revisarlo y ajustarlo!


(202) 230 0777