SU EQUIPO DE EXTENSION CUENTA CON INDICADORES DE GESTION?
En
una ocasión, cuando iniciaba un seminario-taller sobre Extensión rural en un
departamento del norte del Colombia, uno de los ingenieros agrónomos
participantes, jefe del equipo de 15 extensionistas, comentó en público su
expectativa sobre el taller: “Espero que
este seminario me ayude a identificar en cualquier momento cómo voy en mi
trabajo”. Menudo reto!.
Si
el trabajo de Extensión es una actividad que busca unos resultados, sin duda se
deben tener indicadores de la gestión. Pero deben ser pertinentes!. Si no lo
son, son pérdida de tiempo y de motivación para los técnicos.
En
una ciudad colombiana, hace algún tiempo, se tenían dentro de los indicadores
de la gestión de los agentes de movilidad –o policías de tránsito- el número de
comparendos (o multas) que pusieran por día. Esto llevó a que estas personas se
dedicaran a buscar el mayor número de contravenciones posibles. El mejor agente
era el que más multas impusiera.
En
una Institución educativa oficial el indicador principal era el cubrimiento
logrado, es decir, el número de estudiantes matriculados. La calidad de la
educación no fue la mejor. El número de cursos cortos proliferaron.
Afortunadamente fue cambiada por el porcentaje de estudiantes incorporados a la
vida laboral en el campo de la competencia adquirida en el programa de estudio.
En
Extensión rural, generalmente se tienen como indicadores principales el número
de actividades educativas: reuniones, cursos cortos, demostraciones de método,
giras, etc; y el número de participantes en cada evento. Poco importa si hay
adopción o nó; o si esa aceptación es perdurable en el tiempo. Hay en el fondo
de esta apreciación la sutil aceptación de que todo lo que se transmite se acepta,
se acoge. Talvez de allí proviene el término de “transferencia tecnológica”. La
realidad es bien distinta.
¿Cuál
es el número de cursos mínimo para incrementar media tonelada de maíz por
hectárea? O, con cuantas giras se asegura la disminución de los costos de
producción por hectárea de una unidad monetaria? O, con cuantas demostraciones
de método se incrementa un litro de leche por vaca?
Si
la meta es reducir costos de producción, el indicador será ese: costos por
unidad de producto. Si es incremento de productividad, el indicador debería ser
unidades incrementadas en un período de tiempo. No el número de visitas al
predio.
Si
no ajustamos nuestra acción a conceptos de gestión, podemos estar cayendo en la
trampa de usar el termómetro para medir distancias.
Me
atrevo a decir que no existe relación directa entre el número de los métodos
educativos de Extensión y los resultados esperados. Y lo peor, se exige una
cantidad de informes, cuadros, registros, tablas… que no agregan valor.
En
una ocasión preguntaba yo a unos extensionistas, que si no se llenaban unos determinados
registros se disminuiría la producción, o se demeritaría la calidad o se
incrementarían los costos de producción. Con una sonrisa me dieron a entender
la respuesta!!!.
Entonces… ¿para qué los
llevan, si no agregan valor? –Los
exigen el jefe y el jefe del jefe- fue la respuesta…
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