EN EXTENSION, COMUNIQUE PARA LA ACCION.
No para la diversión.
Usted es artista en de la comunicación?.
He acompañado a numerosos extorsionistas en sus variados eventos de Extensión rural: reuniones, cursos cortos, demostraciones de método, giras, etc. Algunos de ellos son unos verdaderos artistas para mantener muy atento a su auditorio. Son muy amenos,. Entre chiste y anécdotas, van entregando la información sobre el tema pedido por los agricultores; o, el tema que los técnicos consideran que es de “mucha importancia” en ese momento. Son “encantadores de serpientes”.
Otros, menos locuaces, se apoyan en el material didáctico para hacer lo mejor posible, la actividad educativa. Y no faltan aquellos que, amparados en sus años de trabajo, llegan improvisando, ablando de todo y de nada, sin dejar una idea clara del propósito del encuentro.
La comunicación, un medio, no el fin.
En toda interacción suya como técnico, con una persona, una agricultor o una comunidad, está de por medio la comunicación. ¿Se ha puesto a pensar usted, qué tan efectiva es esa información? Se limita usted solo a eso, a informar, o en el mejor de los casos, a instruir?
Si su comunicación no es “vendedora” (segunda habilidad vista en un blog anterior), si no induce a la acción… ha perdido usted la oportunidad de provocar un cambio en su comunidad. Talvez ha llegado usted a hacer una capacitación; pero, es que “el fin de la capacitación no es el conocimiento sino la acción”, según lo afirma Hebert Spencer.
Es frecuente encontrar en el imaginario del Extensionista que todo lo que se comunica se transfiere; lo que se transfiere capacita lo que capacita se aplica; y lo que se aplica se adopta. Tremendo error!. Usted, como Extensionista, por ejemplo, está capacitado en muchas disciplinas. ¿Cuántas de esas son de su actuar diario?
Una profesión, es un ejemplo.
Con el debido respeto por los profesionales de de Administración de empresas, permítanme traer esta reflexión. Son muchos los profesionales de esta disciplina que egresan cada año de las distintas universidades en todos los países. Sin embargo… son muy pocos, poquísimos, los que hacen emprendimiento; que forman empresa. La mayoría, más del 99,9% buscan empleo!. Me dirá: no tengo dinero. Las condiciones del país… del mercado… etc, etc. Parte de eso es cierto. Si embargo, bajo esas mismas condiciones, otros, sin el grado académico, hacen empresa. Ejemplos hay muchos en el mundo, muy conocidos y muy dicientes.
Trasladando el mismo ejemplo a la situación al Extensionista en relación con el del agricultor… solo damos recomendaciones, asesoría, asistencia técnica, o como se quiera llamar. Se gastan ingentes presupuestos (propios y aún de recursos externos) para eventos novedosos, creativos, supuestamente de impacto.
Pero hace falta el llamado a la acción.
Cómo concreta usted el compromiso de los agricultores después de una actividad de Extensión? La hace? Y si la hace, como parte de la labor educativa, cómo es el seguimiento, si esto forma parte del proceso? Qué estrategia tiene para hacer los ajustes, el acompañamiento, la remoción de los obstáculos hasta “hacer que la gente haga las cosas”; que actúe, que adopte su recomendación y sea, a su vez, un promotor entusiasta de la misma entre sus vecinos?
Estoy completamente convencido que el éxito de un programa de Extensión depende, en un altísimo grado, de su liderazgo, de su capacidad de influir sobre su comunidad de productores agrícolas o pecuarios.
No se contente con llevar a cabo un número de eventos de Extensión!. Concrete la acción.
Es muy conocida la anécdota atribuida a Jorge Luis Borges…
Cuando pasó por una calle de buenos Aires y vio un aviso muy llamativo en un establecimiento, que decía:
“Se venden sombreros”. Al no observar ningún sombrero ni artículo parecido en la vitrina exhibidora, y atraído por la curiosidad, entró a preguntar a la recepcionista por la clase de sombreros que vendían. –Nosotros no vendemos sombreros –replico la empleada. –Entonces,,, por qué ese aviso tan llamativo? –preguntó el escritor.
-Permítame que te explique-, dijo la dependiente: -Nosotros no vendemos sombreros. Nuestro trabajo es hacer avisos. Y ese… el que usted vio, es uno de nuestros modelos…
No le estará sucediendo a usted, o a su equipo de Extensión algo semejante: demasiado cursos, muchas reuniones… y “sombreros”…nada?
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